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Mostrando entradas de abril, 2014

El duelo

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Microcuento En la carta de navegación la posición era deprimente, quedarían días de navegación hacia ambas costas. En mitad del Atlántico Norte, el barco en silencio a merced del tobogán de las olas. Sin propulsión y con un marinero enfurecido navaja en mano. Morir ahogado o apuñalado. Cargó la pistola, convencido. Cramond

Acaba en ruina

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BOLETA DE IDA Y VUELTA Un paseo por las ruinas de la catedral de Saint Andrews obliga a la reflexi ó n sobre la pasi ó n de los humanos. Acaba en una ruina. Existen esas ruinas que estudian arque ó logos, historiadores, todos esos especialistas en imaginar lo que fue. Las hay beneficiadas con el dinero de los Estados, de los mecenas con conciencia buena o mala a los que les sobra tanto beneficio en provecho propio, hasta conseguir que convivan con el tiempo de nuestro presente, lozanas, aunque extra ñ as en este mundo. Las debi ó haber, tambi é n, aunque nada sepamos de ellas, incluso su tiempo fue testimonio de lo que nos ha quedado como mito. La catedral de Saint Andrews fue foco de atracci ó n de peregrinos. Final de meta de un camino del ap ó stol San Andr é s. Sus ruinas son foco de atracci ó n tur í stica. Atravesando los restos del p ó rtico, silbando entre las l á pidas del cementerio, abofeteando la torre todav í a en pie, el viento es el se ñ o

Si yo te dijera

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Microcuento Resulta un imposible interpretar La Comparsita con una sonrisa. Desconsuelo, lamento, no hay m á scara con la que ocultar. Pero el viejo de la plaza sonre í a a su p ú blico voluble, que los ve í a cual aparecidos en su camino. La vieja, uno y dos, sus pasos empujaba al ritmo de la pandereta.

La impunidad del libro

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BOLETA DE IDA Y VUELTA Hay muchos malos libros, por su forma, fondo e intención. De hecho son los más. Sin embargo el libro goza de impunidad cuando a cada cual se le cae la baba ensalzando la lectura en cualquier sociedad iletrada, lo común en cualquier parte. También por lo común hay ensalzadores con coche oficial sospechosos de no leer, aparte de informes, o mal leer esas mismas obras que arruinan las mentes sencillas. Sí, hay pocos libros que realmente merezcan la pena en el universo editorial. Librería en una calle de Edimburgo.

El lector del tercer milenio

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BOLETA DE IDA Y VUELTA Una vida se justifica con la muerte. Quizá sea necesario darle vuelta a la frase, es la muerte la que acaba por justificar esa vida. La muerte de un escritor que consiguió llegar a tantas mentes supone la desaparición de un mundo, un agujero negro. Quedan los frutos, entre los que todavía viven, multiplicándose azarosamente, pese al canon que establecen los dueños de la industria literaria, pese a la pedagogía de la crítica. Al azar de cada cual, que continuará expandiéndose en tanto que algún soporte transmita la obra del escritor. Si perdura, ¿cómo leerá a Gabriel García Márquez un ser del tercer milenio?