Si yo te dijera

Microcuento


Resulta un imposible interpretar La Comparsita con una sonrisa. Desconsuelo, lamento, no hay máscara con la que ocultar. Pero el viejo de la plaza sonreía a su público voluble, que los veía cual aparecidos en su camino. La vieja, uno y dos, sus pasos empujaba al ritmo de la pandereta.


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