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Mostrando entradas de septiembre, 2014

Marcelino Muymacho

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Melpómene. O quizá Talía. ¿Tragedia o comedia? La fiebre del teatro nos duró poco. Ni siquiera recuerdo el título del engendro que escribimos y preparamos a conciencia durante aquel par de meses y risas, que nunca llegó a subir a un escenario. Dos pasan una noche a perros , me contestas a la pregunta en uno de tus lacónicos mensajes. Admiro tu memoria, la delectación que inviertes en la evocación de lo nimio, esos detalles Justo que yo jamás logro recrear. Sí, ése era el título: Dos pasan una noche a perros . Una pareja enamorada se pierde en el monte durante una tormenta y acaban resguardándose en un castillo a merced de una panda de vampiros, que se declaran en huelga. Marcelino Muymacho era un dirigente sindical muy peculiar, incapaz de poner de acuerdo aquella tropa de espectros codiciosos, ávidos de sangre y de algo tan prosaico tal que el vil dinero. Inesita, nuestra amada Frida, era la joven enamorada, a la que no conseguimos encontrar el galán adecuado, no

Nadie sabe lo que ocurrirá

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Escribes una Autobiografía de papel y un jurado de los que se reúnen con marchamo de prestigio te concede el Premio Internacional de Ensayo Caballero Bonald, claro que Félix de Azúa , mente clarividente, se ha esforzado en hacer provocativo balance de la historia cultural española desde finales del franquismo, argumenta el jurado. En cuanto a Barack Obama, éste asimila su caída del caballo y a renglón seguido el Premio Nobel de la Paz dice aquello de que la fuerza es el único lenguaje que entienden los asesinos. En Bruselas podemos ver con nuestros ojos, caso de desplazamiento, el legado del Tarantino de su tiempo que fue Pedro Pablo Rubens . Pintaba cuadros. Antes de tratar de explicar la disparatada entradilla hay que aclarar una evidencia: nadie sabe lo que ocurrirá y por tanto, solo se puede juzgar lo pasado, con gran riesgo por cierto de equivocarse igualmente. El Bozar, gran institución cultural belga, ofrece la oportunidad extraordinaria de conocer la

En la sala de espera

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Tuvo que poseer un carácter dominante, aunque ahora apenas levantaba la mirada, la cabeza gacha, sentado en la silla de ruedas entre aquellas dos: su mujer, casi tan decrépita como él pero en pie, y una señora madura que trataba de ser cordial en su servicio a aquel hombre que había dejado de ser irreducible. Una, rubia de pelo ralo ceniciento; la otra, de cabello moreno protegido por el tinte. Hablaban entre ellas. La esposa parecía dudar en su defensa del gobierno de su hogar, entretanto la empleada le reprochaba con tono cortés que no la hubiese reclamado más temprano para lavar y darle el desayuno al señor, obligado por ello a venir a la consulta a toda prisa, como así ha sido. «Pero mujer...», se defendía la esposa. En la consulta del doctor había otras dos parejas mayores, pero ellos no atendían al señor de la silla de ruedas. Entraba una luz limpia tras la lluvia de primera hora de la mañana por el ventanal de la sala de espera, donde también se sentab

Horror

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BOLETA DE IDA Y VUELTA Hay quien se cree dueño y señor de su cuerpo, hasta que surge un cáncer galopante y se acabó la ilusión. Cómo explicar tamaña estupidez de quien confunde un supuesto derecho a abortar con la regulación del aborto en claras circunstancias peligrosas para la vida de una persona mediante una ley. Puestos en el terreno de la suposición: ¿sería aceptable un derecho al asesinato? Tanto orate del progreso. Reluctancia ante ufanos personajes para quienes la existencia o la nada tiene una peculiar escala de valores a su conveniencia. Son los mensajeros del horror. Cuando la conducta humana no es ética, los lobos se sienten más fuertes y atacan al común de los mortales. Ni siquiera habrá oportunidad, entonces, para morir en paz. Así ha sido y así será sin ética. El horror.

¿Para qué la luna?

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Nuestras sociedades infantiloides se sorprenden cuando les instruyen que una salvajada sigue siéndolo a pesar de tener todo el respaldo de una tradición cultural. ¿Qué es cultura? Este año el Toro de la Vega (tradición de Tordesillas, en Valladolid) ha provocado más heridos por pedradas entre rivales humanos que por envite animal, sólo tres de 50, recogen los medios de información. Los defensores de la pureza bienpensante, del santo grial de la bondad sin sombras, se han liado a hostias con algunos de los vecinos dispuestos a lidiar con la muerte, y viceversa, en uno de esos rituales de la España que llegó a admirar o inventar Richard Ford para consumo británico y que tan precisamente describió el garbancero genial Benito Pérez Galdós : esos cadáveres sembrados en los desfiladeros y bosques de las Vascongadas o en las recias tierras del Maestrazgo durante las guerras civiles carlistas, cuando la Cruz Roja llegó para intermediar. ¡Hombre! Tampoco es para ponerse así,

La Pecera

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Tenía una mirada oblicua. Más que observar el mundo, interrogaba a su interlocutor sin intimidarlo. Era una forma de mirar depredadora, sin sospecha para una inocente víctima. Claro que en aquellos años siempre había que ser prevenido, desconfiar de las apariencias, profundizar en cualquier alma propensa a la traición. Lucía un porte revolucionario a lo 1920, con toques trotskistas, como sacado de una vieja fotografía. En 1976 acababa de ingresar como tubero con experiencia en un taller de la zona industrial al oeste de la ciudad. Hijo de obrero metalúrgico, con estudios de maestría; disciplinado. Ferviente marxista, atiborrado de lecturas tricotadas en el materialismo histórico y dialéctico. Era un tubero con gafas de pasta negra. Acostumbraba a hablar en voz baja, protegida de las escuchas no deseadas, salvo en los mítines, donde su trino chillón navegaba sobre olas de ignorancia para timonear el despecho hacia la verdadera ruta revolucionaria. Era asiduo, a l

La ficción

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BOLETA DE IDA Y VUELTA Leo en Babelia que el escritor Luis Landero se declara reñido con la literatura y saturado de ficción en la reseña que Francisco Solano dedica al título: El balcón de invierno , la última entrega editorial en Tusquets de este narrador (Alburquerque, 1948), premio de la Crítica y Nacional de Literatura por Juegos de la edad tardía (1989). Landero que ha usado los misterios de la ficción como instrumento para conocer la realidad. Ya no hay lectores de novelas literarias, se queja el escritor extremeño. “Novelas literarias” o literatura excelsa, de la excelencia, arte. No se trata de una denuncia novedosa, sí de la perspectiva actual de este escritor. A fin de cuentas, el arte bebe del punto de vista en todo tiempo y lugar. Los norteamericanos James Agee y Walker Evans, escritor y fotógrafo, son los autores de un libro que con el tiempo es uno de los esenciales de la cultura americana. Elogiemos ahora a hombres famosos apareció en 1941 s

El futuro en espera

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Cuándo llegará el futuro, pregunta tópica de los seres anhelantes, aquellos dominados por el ansia del vivir el mañana. El futuro se escribe con V para miles de manifestantes en Barcelona, adiestrados en la ambición del paraíso de las maravillas; se persigue con limpieza étnica y religiosa, amparándose en el Islam, con miras a reconquistar Al-Andalus, entre otras obligaciones de la Yihad, en su versión Guerra Santa; se camela en esa utopía de todos igualmente miserables mediante la campaña de marketing de la marca Podemos. Gabriel Albiac , en su versión filosófica ceniza, nos recuerda al mejor Bruce Springsteen : «Todo muere, chica, eso es un hecho». Uno llega a dudar de que el tal futuro tenga existencia, más allá del presente y los escasos recuerdos que van quedado del pasado. «La amnesia nos ha hecho caer en las mismas trampas una y otra vez y, como coartada de parte, falsificar la Historia. La utopía nos ha llevado a perseguir sueños que con machacona reiter

Retírate en tu interior

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He tenido que vaciar mi mente de palabras para poder albergar otras nuevas antes de comenzar a escribir esta carta, Justo. No se trata de una de esas bravuconadas mías. Debes creerme, tenemos demasiadas palabras en el cerebro, como si voltearan en uno de esos bombos gigantes que vemos en la televisión el día del Sorteo de Navidad. Así que, cómo va a darse a entender uno con tanta palabra desgastada. O bien, si uno consigue ensartarlas por oficio, acabará juntando líneas tan falsas como esos pensamientos distraídos con los que se evade la mente la mayor parte de las veces. Nuestra común Frida (el todo cercano, la nada fugitiva) sigue sin aparecer tras el beso de despedida y el último mensaje proponiéndome compartir lecho cuando llegue el futuro. “¿Sabes que Frida me dijo que quería compartir conmigo la cama cada noche si es que llegábamos a viejos?”, con estas palabras te lo conté en mi última carta. ¿Sabes que me moriré sin entender a las mujeres? No, no es éste u

Dudas

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BOLETA DE IDA Y VUELTA A cualquiera le quedará la duda de si es más efectivo un alegato por la unión a los corazones de los votantes escoceses, como el que ha protagonizado al borde de las lágrimas el primer ministro David Cameron, o el hecho de que el gigante escocés de las finanzas Standard Life diga que se va si Escocia llegara a ser independiente. Pero, ¿con qué se vota?: con el corazón, con la cabeza... Cuando alguien se suicida: ¿cuánto influye el desvarío en su drástica decisión?

Ofelia contra la señorita mojigata

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Un egoísmo tal obligó a sus pensamientos sociables a desterrarse. Mira que hablaba hasta ensordecer. Quien la escuchara acababa por evadir su mente, desentendiéndose de la circunstancia de aquel encuentro no buscado. Vivía sola en una casa reformada para que pareciera antigua, bien que era un ático viejo de la vieja ciudad occidental que daba la espalda al sol poniente, el que acababa los días luminosos ahogándose en el mar. Masticaba en soledad su alimento frugal cuando regresaba de aburrir a la monotonía a primera hora de la tarde. Hasta la siguiente jornada a las ocho de la mañana un explorador del surrealismo podría escuchar su voz grabada en un contestador, mensaje que invariablemente anunciaba el fin de horario de atención al público en aquella oficina varada donde desde un balcón próximo, en la fachada noble de aquel palacio, un adorado rey absoluto pudo saludar al pueblo y un general, tiempo después, anunciaría la buena nueva de uno de tantos cambios de régime

Tiempos grotescos

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Grotesco es un término que le viene como anillo al dedo al calificativo de lo que nos está pasando. Hay que nadar en el mar políticamente correcto; mantener en silencio los mil y pico casos de niñas blancas maltratadas, vejadas, violadas de Rothenham en el corazón del Reino Unido para sustentar el andamiaje de una sociedad multicultural; rebuznar que la cultura de la seguridad es facha, tardofranquista, retrógrada, en denuncia del periodista Ignacio Camacho y reírnos, cómo no, al enterarnos por la bruja Adelina de que Jordi Pujol , personaje que acude a una curandera para acabar con su tic facial supera la ficción de un líder espiritual, quien como el personaje de Miguel Delibes no tiene madera de héroe. Nadie la tiene. Tropas rusas invaden Ucrania, voluntariamente y para hacer turismo, parece ser, según una versión oficial, grotesca. Rebanar pescuezos en el nombre de Alá impacta en YouTube y en las televisiones del mundo, que comentan el degüello procurando no ofender la

Esas rubias auténticas

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Una de esas mañanas luminosas que anuncian calor al mediodía. Primavera recién estrenada que a la plaza Mayor tan bien le sienta al rejuvenecer sus ocres muros y conseguir una sonrisa de los ventanales cuando los acaricia el sol, olvidados de los días nublados que habrán de volver. El acordeón, una orquesta al alcance de los dedos, pensó al cruzarse con ellos. Volvió sobre sus pasos y se detuvo enfrente. La música acompañaba a la luz, era alegre, pasodoble con el que el español borra las penas de las cejas. Un anciano tocaba el instrumento y su pareja nos miraba. Era una mirada dulce la de la vieja. Sus brazos cruzados aguantaban una pandereta contra sus pechos. A cada uno de los congregados en el semicírculo les dedicaba brevemente la atención de sus dos ojos grises, vivarachos, tratando de no espantar al espectador. El artista respiraba con su instrumento, absorto. Conocí a un matrimonio mayor que tras una larga vida de convivencia con sinsabores que fueron

Bufones

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BOLETA DE IDA Y VUELTA Sociedades en las que los actores ejercen de intelectuales. Asumen ese papel y  lo representan. Así es que cuando hablan ganan un titular, no digamos en las páginas designadas al cotilleo, también en las pares dedicadas a elegidos temas serios. Se les toma en serio cuando afirman que nuestra democracia no es tal, que tal partido es antidemocrático, que un Estado es genocida. Claro que cada cual puede pensar lo que le venga en gana o al menos creer que piensa con absoluta libertad. Distinto asunto es que ese pensamiento merezca no solo ser difundido, sino ser catalogado como fruto de la creación intelectual, que va por delante del común. Con un micrófono ante sus bocas, esos actores provocan polémicas en nuestras sociedades hedonistas, a los pies del mundo del espectáculo. Con sus denuncias se aferran al mitificado papel de bufón, único atrevido en señalar al rey desnudo. ¡Qué bien! Un bufón en las masificadas cortes donde cada cual vale