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Mostrando las entradas etiquetadas como El cuadernillo de Jabu

Dudas

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Una comisión dedicada a estudiar un asunto grave quizá sirva para desahogarse en el mejor de los casos o para colmar más el cajón del jefe, en el peor. ¿Para qué sirve una mesa constituida para analizar una asunto grave? Quizá para que todos sus integrantes tengan protagonismo en el naufragio. Un observatorio social permite contemplar las circunstancias con la óptica unidimensional del antiguo catalejo.

La presunción del bienpensante

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E scribe Pablo D’Ors en Biografía del silencio : en el zen se enseña a dejar a los demás en paz, porque poco de lo que les sucede es realmente asunto tuyo. Casi todos nuestros problemas comienzan por meternos donde no nos llaman. Sí, creer que uno puede ayudar es casi siempre una presunción: el yo bienpensante acaba chocando con el ego del otro; el político generoso contribuye el incremento de la deuda dado que paga con la renta de capital que su sociedad no produce. En las relaciones próximas es difícil saber qué es lo mejor para el otro, pues habría que ser él o ella –asunto imposible– y estar viviendo en sus circunstancias. Quizá tenga razón D’Ors cuando comenta que hay que dejar que el otro sea lo que es.

'El libro de los susurros'

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¿ R esignación? Sabemos que hay asuntos que no se pueden contar con palabras, que jamás llegarían a expresar ni a uno mismo lo que no puede ser expresado. Asimismo, hay historias que tienen que ser contadas; narraciones que buscan perdurar, que luchan contra el olvido que el conteo de las generaciones venideras acabará imponiendo. Una derrota contra la que luchan arqueólogos, paleólogos, paleontólogos, en fin, todos aquellos que escudriñan un pasado muerto. Historias que no deben olvidarse, porque su olvido vuelve a abrir el horror del presente –mejor hablar en plural–. Varujan Vosganiam cuenta en El libro de los susurros la historia del genocidio del pueblo armenio. El libro, traducido por Joaquín Garrigós, quien a su vez aporta notas aclaratorias sobre costumbres, hábitos alimenticios, lugares, personas y apuntes históricos, está publicado en una cuidada edición por la editorial Pre-Textos. El libro de los susurros es una novela, también un documento histórico del siglo

A propósito de 'Pienso para perros'

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E l escritor Luis Martínez de Mingo (1948) del 2014 no es el mismo que el que fue en cualquier otra época anterior de su vida, como confiesa en Pienso para perros (Los cuatro vientos. Renacimiento). El libro, dietario de un agnóstico y de otros asuntos del vivir, no es que se deje leer, induce a la relectura, a levantar la vista de la página, a pensar, ese gran peligro del cerebro cosificado en el escenario de convención de la sociedad de masas, políticamente correcta y cobarde, por demás. Implicarse en el agnosticismo es asunto grave, muy difícil de sostener si no imposible salvo que se caiga en una segunda inocencia, aquella abandonada al salir de la niñez, para defender con alma heroica que no se cree en nada, en nada. «La vida se basa en el autoengaño» comienza una de las entradas del dietario de Martínez de Mingo; uno se olvida de que te vas a morir, piensa que vale para algo, se inventa una personalidad, entras a formar parte del circo, con su público, hasta que un buen día

Ya va siendo hora de la confesión

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Y a va siendo hora de la confesión. Tendría que hacerlo, mejor hoy que en el mañana por venir; con orgullo, sin acto de contrición ni propósito de enmienda siquiera. Debo de pertenecer al paisanaje de segunda de esta España, que tanto se asemeja con su idiosincrasia al concierto de las naciones del occidente acomodado y presas de remordimientos por ser eso: naciones civilizadas, donde impera el Derecho y se salvaguarda la vida de las personas. El paisanaje de primera, sea cual fuera su condición social, profesión, ganancias económicas, su desocupación... ese paisanaje disfruta del espectáculo ofrecido por los programas de televisión para las grandes audiencias, los que sobreviven diariamente con el share de infarto; que respira libertad en facebook, twitter y demás redes –¿libertad y red no son antitéticas?–; que exhibe pornográficamente sus vergüenzas en youtube; que opina pulsando la tecla de me gusta o la del sí o la del no; ese paisanaje de división de honor que vota en las e

Que el ciudadano Felipe se presente a las elecciones

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V eo a Pablo Echenique en un programa de La Sexta decir que si el ciudadano Felipe quiere ser jefe del Estado, que es bien libre de hacerlo presentándose a unas elecciones. Este no puede ser un argumento tonto, dado que el eurodiputado Echenique es una mente privilegiada, según lo acaban de presentar, que ha trastocado su traje de faena en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas por la casulla de telepredicador de un nuevo mensaje de esperanza para los pobres. Pero el resultado es que quien usa de argumento tonto es calificado de memo, en nuestro idioma español. A propósito del prestigio de las ciencias políticas: un oxímoron, una pura contradicción, como la de ciencias de la información. Desde los tiempos de la horda, la política es el arte de gobernar a los humanos. En cuanto a la información, se trata de contar a la gente lo que le pasa a otra gente y metidos en harina, tratar de contar lo que el poder no quiere que se sepa. Lo de ciencia es un prurito universitario,

Todos somos políticos

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HAY una idea dominante que expone Fernando Savater en su libro ¡ No te prives! Defensa de la ciudadanía (Ariel): políticos somos todos los individuos que convivimos en una sociedad democrática, bajo el imperio y las leyes del Estado de derecho; los políticos electos son los elegidos por un tiempo para representar y adoptar acuerdos según la voluntad de los electores, de acuerdo con las reglas del juego político en esta clase de sociedades, que son un logro de la civilización. «La ciudadanía por la que merece la pena luchar es aquella según la cual el individuo obtiene derecho a la participación política, la protección social y los servicios básicos con abstracción de cualquiera de sus determinaciones previas genealógicas, étnicas, culturales, de género, etc...», argumenta el pensador. La obligación es cumplir las leyes para compartir presente y futuro. La libertad vendría después para elegir cada cual la identidad que desee, sea política, religiosa, cultural o erótica. Como indi

Cultura versus incultura

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C ultura versus incultura. Escribe Mario Vargas Llosa que Mijail Bajtin, autor de un libro con gran repercusión, La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento , dotó a lo inculto de una dignidad relevante. Bueno no solo este autor, también sus seguidores. Argumenta Vargas Llosa en La civilización del espectáculo que esta abolición entre la cultura y la incultura viene a asegurar que: «Lo que podía haber en este discriminado ámbito de impericia, chabacanería y dejadez estaba compensado por su vitalidad, humorismo y la manera desenfada y auténtica con que representaba las experiencias humanas más compartidas». Bajtin habla de cultura popular, de cultura cómica, dedicada a atender a la mitad inferior del cuerpo, dejando la parte superior del ser humano para los cuidadores del espíritu. Esta como la queramos llamar alcanza su máxima expresión en el Carnaval, que ha devenido en algunos lugares en un buen negocio y entretenimiento popular, divulgado por televisión como alimen

Josefa Parra

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J osefa Parra sostiene que el punto y final de un poema lo pone el lector. Eso es lo que afirma esta poeta nacida en Jerez de la Frontera, quien en su último descarte de poemas, Segunda opinión (Frutos del tiempo, colección Le chat), ha incluido un intruso que lleva por título: Cosas que no tendremos, al que por pudor pone reparos, salvo a sus dos últimos versos; un poema que por esos caprichos del lector en Internet goza de su arrimo. Ahora ya ha quedado impreso en libro. Una explicación sobre lo del pudor. Josefa Parra confesó durante la presentación de su último poemario que cuando escribe siempre, o casi, prefiere dar un paso atrás, alejarse, antes de entregarse al público con el corazón abierto. El caso es que en el poema intruso hay mucha intimidad en sus versos. Este poemario está compuesto de poemas descartados de anteriores trabajos de Josefa Parra, que ahora ha querido reunirlos en tres apartados, el primero bajo el rótulo de África, el segundo con el que da título al lib

Donald Hall

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D onald Hall (Handem, Connecticut, 1928) es uno de los grandes poetas norteamericanos que ya es más accesible para el lector en español. Without (Ediciones Vitruvio) y La cama pintada (Valparaíso), ambos poemarios traducidos por Juan José Vélez Otero, han sido publicados en los últimos meses. El primero, editado en 1998, es una obra maestra, donde el poeta expresa el dolor por la muerte de su esposa Jane Kenyon, también una prestigiosa poetisa. El lector se enfrenta en este libro a una poesía desnuda, clara e intensa y conmovedora. La cama pintada es una continuación de Without , en la línea de crudeza, descarnado realismo lírico y desconsuelo, como señala el traductor. Son dos libros que conmueven.

Pizarro fue un estadista

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P izarro fue un estadista. Contra la leyenda negra, la doctora en Historia María del Carmen Martín Rubio ofrece una visión distinta en la biografía del conquistador extremeño que acaba de publicar. Francisco Pizarro, el hombre desconocido (Ediciones Nobel) es el título del ensayo. Con documentos rebate los prejuicios sobre esta figura de la historia de España, perseguida por relatos de sangre y ambición de oro. Aunque casi siempre sea tarde, no está de más el reconocimiento a las duras jornadas protagonizadas por españoles que han contribuido a que España sea tal como es. También es el caso del almirante Blas de Lezo, héroe en Colombia, quien ahora está siendo honrado en su patria, aunque la Armada no lo olvidó.

Señala Adela Cortina que la ética es un buen negocio

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Señala Adela Cortina que la ética es un buen negocio. Quiere apuntar que a una sociedad le irá económicamente bien y tendrá saludables beneficios sociales si sus ciudadanos se suben al carro de los comportamientos éticos; ciudadanos entre los que se encuentran sus elites políticas, económicas y de todo tipo de poder que generan los Estados de hoy. Si no se roba habrá más dinero para construir carreteras, una mejor atención sanitaria universal, mejor sistema de educación, para entendernos. Adela Cortina ha ganado el Nacional de Ensayo por su libro ¿Para qué sirve realmente la ética? El jurado ha entendido que la premiada «acierta en aplicar el rigor de la filosofía a las interrogantes de la vida». Un consejo de la filósofa, que leo en ABC (23 de octubre): «Ningún país puede salir de la crisis si las conductas inmorales de sus ciudadanos siguen proliferando con toda impunidad».

Cierta condescendencia con la verborrea

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Cierta condescendencia con la verborrea conduce a leer textos donde impera el abstracto lenguaje, un masaje que incita al placer intelectual. Acontecimiento (Sexto Piso, 2014), el ensayo filosófico de Slavoj Žižek, una estrella de la filosofía actual refleja la promoción en palabras de Lola Galán en El País, es un libro que obliga a pensar al modo filosófico, que no es el común estilo de pensamiento. Libro sugestivo e inquietante. Dice el autor que «acontecimiento definitivo es la Caída misma, la pérdida de una unidad y armonía primordiales que nunca existieron, que no son más que una ilusión retroactiva». Un acontecimiento marca un antes y un después, nada será igual tras él, para entendernos. El pensamiento filosófico, la historia, todas las civilizaciones están marcadas por acontecimientos. Como Žižek es un prestidigitador de las palabras no deja de ser un encanto seguir sus argumentos al hilo de los maestros del pensamiento filosófico, el psicoanálisis, el cine, la literatur

La gran biblioteca universal

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L a gran biblioteca universal soñada, Internet. El lector perdido en tanto marasmo, pulsando link tras hiperenlace, la hipérbole de la información con destino a la melancolía. La ignorancia por inflación de datos, engreimiento y vanidad. Ahora más que en el pasado se busca un lector con criterio, un titán dispuesto a dejarse seducir y batallar por la sabiduría. Una búsqueda que debe correr a cargo de un editor con juicio e instinto, rara avis. Roberto Calasso (Florencia, 1941), el alma de la editorial Adelphi, indica en La marca del editor (Anagrama) la existencia todavía de «una tribu dispersa de personas a la búsqueda de algo que sea literatura, que sea pensamiento, que sea investigación (...), que sea oro y no latón, que no tenga la inconsistencia típica de estos años. Faire plaisir era la respuesta de Debussy daba a quien le preguntaba cuál era el fin de la música. También el editor podría proponerse faire plaisir a esa tribu dispersa, preparando un lugar y una forma que s