Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2015

Esa mirada vacía por la que me asomo al infierno

Imagen
F ue un abrazo recio, de los que transmiten la intensidad de dos sentimientos que buscan reconciliarse. Fue la tuya una visita fugaz, en camino hacia lo inalcanzable. Desde que nos conocemos, Justo, siempre he asociado tus pasos a una incansable fuga. Un abrazo que todavía me duele; un placer, por el reencuentro después de tanto tiempo; un dolor sutil, ilocalizable en el cuerpo por esa tu inminente ausencia, sin sosiego para intercambiar una sarta de largas conversaciones que comprendan nuestro planeta hasta la próxima cita, de haberla. Tantas cosas por contarnos; un silencio por vencer. Ese misterio que nos rodea y al que apenas echamos cuenta, cuando solo se hace presente con la ausencia y la reflexión pausada. Me dices que quieres visitar en este viaje sin heraldos una aldea del Norte, donde se conserva un puente romano, un caserón con establo cuya parte trasera mostraba al río una galería que recuerdas tibia en las largas tardes de un verano, con los cristales riela