Navega en el ábside

Microcuento


Durante el verano el ballenero navegaba jactancioso en el ábside. Al sol del atardecer por encima de los susurros de los fieles. Amén. Aquel año, en la Misa del Gallo, su proa afrontaba los vientos del nordeste. El monaguillo oía aquellos pantocazos junto con el ‘tilín tilín’ de la consagración.






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