Una amarga gota

Microcuento


Imposible tocar La Comparsita y creer que se puede ser feliz. Dejó de tocar. Colocó el acordeón en el rincón que lo esperaba. Vio su espalda, aquel cuerpo en trajín, preparando algo que comer. El rumor de la lluvia les llegaba desde el patio. Si tu supieras, quiso decir; quiso.



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