La sonrisa de un niño en los tiempos del COVID-19


























Con su voz impostada se dirige a los niños a través de los televisores: queridos niños y niñas, sois unos héroes; unos héroes que habéis aguantado el encierro, pero ha llegado el tiempo en el que podréis salir a la calle.

¿Se ve este Iglesias Turrión como el ‘padrecito’? A Iósif Stalin no le temblaba el pulso, al Padrecito.

El sentimentalismo emocional dirigiéndose en primera persona desde La Moncloa a la infancia puede resultar ridículo cuando lo interpreta un adulto engominado y con coleta, con altas responsabilidades de gobierno.

Pero más bien creo que lo que hace este político es asumir la tradición histórica del esperpento patrio. Si lo pudieran ver nuestros Quevedo y Valle Inclán…

Señor vicepresidente, déjelos con sus juegos y no quiebres sus inocentes sonrisas con tu cháchara.

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