Un síncope

Alguien que conoces remotamente desaparece de tu vida sin pedir permiso. —Tu debías conocerlo. ¿Sabes que Nené ha muerto?

El óbito te provoca desazón. No sabes al punto de quién te están hablando, pero algo en tu azotea comienza a investigar al instante.

—Sí que lo tienes que conocer. Más tarde tecleaste su nombre en Google. Aquel nombre algo te dice.

Lo viste cuando subió al autobús. Recuerdas como se sentó a tu lado y te entregó una octavilla fotocopiada.

Cambiar este mundo desde el Ayuntamiento. Un desatino de tantos, pensé cuando me hablaba en el autobús, camino del trabajo.

Murió de un síncope.


Esas pequeñas cosas de la vida cotidiana.

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