En mi opinión













BOLETA DE IDA Y VUELTA

En mi opinión es otra de las fórmulas propias de la estupidez amada por el humano moderno, como efecto colateral de un acceso febril cuando hay empacho de democracia al llano modo de practicarla. Con la opinión de cada cual –hay tantas opiniones como culos llega a decir un personaje del cine– resulta ser que se dicen muchas palabras irrelevantes aunque sonoras, que son las que ofrecen la chispa a las conversaciones de café. La opinión irrelevante con pretensiones de categoría de pensamiento, ésa es la dañina y peligrosa, más cuando se transmite a la masa por radio, tele y prensa escrita, además del desembarco masivo en las playas de Internet y con los trinos de Twitter. Al referirse a nuestro territorio no es de extrañar ese comentario incisivo, de los que hieren, del bueno de Gustavo Bueno, filósofo: «En España tenemos el cerebro hecho polvo», frase que ha sido portada del ABC Cultural (nº 1.119).

La masa que necesita creer más que entender... Claro que la libertad de expresión es consustancial con los derechos y deberes de la ciudadanía –las personas acceden a la tal porque los ejercen y los contraen– en un sistema de estado democrático, con separaciones de poderes bajo el dictado de la ley.

Mas también la libertad de expresión ampara a los cretinos, quienes entre otras virtudes poseen la de la buena verborrea y facilidad para juntar las letras del idioma, no importa que los renglones resultantes luzcan torcidos. Gritan como subastador de la rula y redactan cual escribano de notaría, gozan de tiempo y parece como si no tuvieran mejor cosa que hacer en la vida, salvo perturbar la convivencia y el buen sentido para la existencia o lo que es lo mismo, el vivir cotidiano.


En mi opinión, ante su contaminante ineptitud mejor cerrar los sentidos, como actitud ante el mal. Apaga y vámonos y bienvenido sea el silencio.

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