"Imposible"

BOLETA DE IDA Y VUELTA





Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. Felipe González lo sintetizó ayer: "Imposible", adecuando aquel lenguaje de la órbita taurina al tiempo del concepto en un titular informativo.

El patriarca que quiso hacer de los socialistas hispanos socialdemócratas alemanes, con parcos resultados por lo que se sigue viendo estos días, Felipe, cuando acudía al ruedo electoral.

Claro que sigue insistiendo en el asunto federal. Uno, que procura mirar el cómo hacer y cuánto cuesta, preferiría antes de iniciar cualquier camino a ninguna parte que los profesionales votados examinaran cómo funciona la maquinaria organizativa de España: qué va bien, qué piezas hay que cambiar por desgaste o mal funcionamiento; que examinaran, antes de ponerse a pensar en comprar un tractor nuevo para arrastrar esta vieja nación por el camino de su supervivencia. La máquina mal que bien funciona, eso sí. Otro asunto son los comentarios en los medios de comunicación, con tanto aficionado al barullo.


Pero lo que quieren los catalanes díscolos es la secesión.

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