¿Quién no tiene participación en el cambio?

Viajo velozmente hacia el Sur. El paisaje vuela, hasta que cae la oscuridad y ya nada se ve por las ventanillas, salvo el reflejo del vagón con los viajeros, bolsas y maletines en el maletero y cada uno a lo suyo, en este tiempo en el que la electrónica distrae estas horas que creemos muertas.

A toda velocidad. ¿Será que hoy todo avanza con alta velocidad? En este día en el que le toca despedirse a José Luis Rodríguez Zapatero, entregada su figura al juicio de la historia.

Velozmente quieren muchos que las cosas cambien en este día de votación. Siempre queremos.

Con toda seguridad, cambiarán. No al gusto de cada cual, que es lo de menos.

Se espera un cambio político en estas elecciones. Que nadie espere un inmediato efecto benéfico escribe hoy en la Tercera de ABC su director, Bieto Rubido. Los problemas a los que nos enfrentamos no se resuelven con la personalidad de Zapatero o Alfredo Pérez Rubalcaba o Mariano Rajoy, con el mero triunfo del PP, si así fuera. La mayoría lo único que podemos hacer es mantener una actitud responsable, activa y ética en nuestras acciones, así lo creo. Aunque sí sea deseable que haya un capitán al mando y un rumbo hacia alguna parte que nos aleje de los peligros de sotavento.

Valga la metáfora de esta tarde viajera. Vamos a toda velocidad y no camino del abismo precisamente, aunque los medios de comunicación social adoren las grandes palabras en portada.


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