Si fuera español
En los asuntos de organización política y su desarrollo en la convivencia de una nación, la tontuna de los tontos, por muy blasonado que esté su cargo o por muchos votos que los respalden, causa serios perjuicios. La insoportable levedad del tonto es un mal, rotundo.
El poco o ningún sentido, la incapacidad intelectual, la falta de formación, el criterio veleta, la picaresca, son instrumentos de ese insoportable tonto, que dice trabajar- y puede cobrar por ello una buena soldada- en beneficio de la nación.
Si además está dispuesto a salvarla, la salud obliga a salir corriendo en dirección contraria.
Así que, españolito que vienes al mundo de los responsables, los dioses te guarden de esos tontos que han de helarte el corazón.
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