La Ley debe ser implacable

BOLETA DE IDA Y VUELTA













La Ley debe ser implacable, cuando de lo que trata es de evitar el eterno retorno a la selva, al estado natural del más fuerte. En Bélgica no ha colado lo de honorable empresario de pesca y a la chita callando Mohamed Abdi Hassan ha ingresado en prisión por orden de un juez de Brujas, si las cosas son como las cuenta el diario De Standaard. El tal Mohamed está acusado de secuestrar con rehenes el barco belga Pompeya. 

Dicen los que lo conocen que es un “bocazas”, tal como lo apodan. Recientemente concedió una entrevista exclusiva al ABC español, perjurando que él era un empresario de pesca, que pensaba dedicarse a la política y que lo de ser el líder de la piratería en las costas de Somalia poco más o menos era una de esas leyendas urbanas, dignas de épica y rodaje de documental fehaciente; precisamente la trampa en la que ha caído el ratón, ya que el Bocazas y su escudero, el Tiiceey, acudieron a Bélgica para firmar un contrato de cine. Verídico.

También se le considera responsable del secuestro del Alakrana, pesquero español con bandera de Euskadi.

Por cierto, ¿habrá prescrito el delito para escándalo del coordinador general de IULV-CA Antonio Maíllo? (Lo que significan las siglas impronunciables puede consultarse en la wikipedia).

Por lo leído, visto y escuchado, Maíllo, hombre al día, solo está escandalizado por los delitos que puedan escaparse a la instrucción de la juez Alaya.


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